La era feudal fue un periodo de la historia que se extendió aproximadamente desde el siglo IX hasta el siglo XV en Europa. Esta época se caracterizó por la organización social y política basada en un sistema de vasallaje y servidumbre.
El surgimiento del feudalismo fue en gran medida el resultado de la desintegración del Imperio Romano y las invasiones bárbaras que lo siguieron. En este contexto de inseguridad y desorden, las personas comenzaron a buscar protección y seguridad a través de acuerdos de protección mutua y lealtad.
El sistema feudal se basaba en una jerarquía de lealtades y obligaciones mutuas entre los señores feudales y sus vasallos. Los señores feudales eran propietarios de grandes extensiones de tierra, conocidas como feudos, que eran administrados por sus vasallos a cambio de protección y ayuda militar. A su vez, los vasallos podían tener sus propios vasallos, y así sucesivamente.
Además de los vasallos, el sistema feudal también dependía de los siervos, que eran campesinos que trabajaban la tierra del señor feudal a cambio de protección y una porción de la cosecha. Aunque no eran esclavos, los siervos no podían abandonar la tierra del señor feudal sin su permiso y estaban obligados a trabajar en ella.
La era feudal llegó a su fin en Europa en el siglo XV, debido en parte a factores como el surgimiento de la burguesía y la creciente importancia del comercio y la industria. También hubo un aumento de la centralización del poder político en manos de los monarcas, lo que socavó la autoridad de los señores feudales y redujo la necesidad del sistema de vasallaje y lealtades mutuas.
En resumen, la era feudal fue un período de la historia europea que se caracterizó por una organización social y política basada en un sistema de vasallaje y servidumbre. Si bien proporcionó cierta estabilidad y seguridad en un período de desorden e inseguridad, también limitó la movilidad social y económica y se convirtió en un obstáculo para el desarrollo del comercio y la industria.
Comentarios
Publicar un comentario