El Imperio Romano se estableció en el año 27 a.C. después de la victoria de Octavio, quien más tarde se convertiría en el primer emperador romano, en la guerra civil contra Marco Antonio y Cleopatra. Durante su reinado, Octavio, también conocido como Augusto, estableció la paz y la estabilidad en el Imperio, expandió sus fronteras y promovió una política de renovación cultural y arquitectónica, conocida como "Pax Romana".
Después de la muerte de Augusto, su sucesor Tiberio continuó con su política de estabilidad y paz, aunque también fue conocido por su desconfianza y crueldad. Le sucedieron varios emperadores, como Calígula, que fue conocido por su extravagancia y locura, y Nerón, que fue responsable del Gran Incendio de Roma y persiguió a los cristianos.
En el siglo III d.C., el Imperio comenzó a sufrir una serie de crisis políticas, militares y económicas, lo que llevó a una sucesión de cortos reinados y luchas internas por el poder. Durante este período, el Imperio fue gobernado por una serie de emperadores conocidos como los "Soldados y Emperadores" o los "Tetrarcas", quienes intentaron restaurar la estabilidad a través de un sistema de gobierno compartido.
A pesar de estos esfuerzos, el Imperio Romano continuó enfrentando amenazas externas y problemas internos, incluyendo la invasión de los pueblos bárbaros y la creciente presión financiera. En 476 d.C., el último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo, fue depuesto por el líder bárbaro Odoacro, marcando el final del Imperio Romano de Occidente.
En el Imperio Romano de Oriente, también conocido como el Imperio Bizantino, el emperador Constantino I trasladó la capital del Imperio a Constantinopla en 330 d.C., lo que llevó a una división política y cultural entre el Este y el Oeste. El Imperio Bizantino continuó existiendo durante casi mil años, hasta la caída de Constantinopla en manos del Imperio Otomano en 1453 d.C. Durante su existencia, el Imperio Bizantino fue conocido por su rico legado cultural, arquitectura y arte, así como por su papel en la transmisión de la cultura clásica al mundo occidental.
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