La amarga elección: ¿Fama o humanidad? El caso de Kevin Carter.

En la década de 1990, una fotografía de un buitre esperando la muerte de una niña pequeña que moría de hambre se difundió ampliamente en los medios de comunicación internacionales. Esta foto fue tomada durante la hambruna en Sudán en 1993/94 por Kevin Carter, un fotoperiodista sudafricano que posteriormente recibió el Premio Pulitzer por esta "increíble imagen". Sin embargo, mientras Kevin Carter disfrutaba de su hazaña y era reconocido en grandes canales de noticias y redes de todo el mundo por su "notable maestría fotográfica", cayó en depresión. Solo unos meses después de bañarse en la gloria, decidió quitarse la vida.

La depresión de Kevin Carter comenzó cuando durante una de sus entrevistas en un programa de televisión, alguien llamó y preguntó qué había sucedido con la niña pequeña. El fotógrafo simplemente respondió: "No lo supe porque tuve que apresurarme al aeropuerto para tomar mi vuelo de regreso a casa...". La persona que llamó dijo: "Entonces, ese día había dos buitres y uno de ellos tenía una cámara".

Las constantes reflexiones sobre esta réplica posteriormente llevaron a la depresión y finalmente el fotógrafo se quitó la vida. Kevin Carter podría haber vivido muchos años más y haberse vuelto aún más famoso si hubiera llevado consigo a esa niña y la hubiera llevado al Centro de Refugiados de la ONU, a donde estaba tratando de llegar o al menos llevarla a un lugar seguro.

Desafortunadamente, esto es lo que sucede en todo el mundo hoy en día. Carter tuvo una elección: ayudar a salvar a ese niño hambriento y al borde de la muerte y asegurarse de que recibiera comida, O tomar la foto que llamaría la atención del mundo sobre Sudán. Tal vez la ética periodística ("estar inmerso en la historia") se interpuso en su camino. Pero entre las dos opciones... él eligió la que tenía un mayor impacto.

En resumen, debemos entender que nuestro objetivo no es tocar la vida de los demás, sino ayudarles y, si es posible, salvarles. Que la humanidad esté en primer lugar antes de obtener cualquier recompensa por nuestras acciones. Mientras podamos llamar la atención del mundo sobre las tragedias de las naciones, debemos hacerlo.

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